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La infancia y las pantallas electrónicas

Si partimos desde la premisa del movimiento como base fundamental del aprendizaje y el desarrollo infantil, podemos cuestionarnos que ocurre cuando un niño es capaz de permanecer por largos y prolongados periodos sin moverse ni explorar, y más aún, qué ocurre cuando el motivo de esta ausencia de exploración es que el niño se encuentra “distraído” por “jugar” con una pantalla.

Desde la llegada de los teléfonos y TV inteligentes así como de las tablets y los computadores,  el incremento del uso de éstos en la población mundial es ampliamente exponencial, siendo incluso cada vez más frecuente el observar niños mirando videos de Youtube desde un dispositivo electrónico, o jugando con un celular o Tablet, inclusive desde una muy temprana edad, en donde, los vemos en un estado total “quietud” y atención hacia el dispositivo, pudiendo pasar largos periodos en este estado.

Es de suma relevancia preguntarnos qué pasa con el desarrollo infantil de los niños que están expuestos al uso de dispositivos tecnológicos; durante la primera infancia, el proceso de plasticidad neuronal y de creación de redes neuronales es vital para el alcance y desarrollo de habilidades motoras, cognitivas, de lenguaje y socioemocionales; en donde, el logro de estas habilidades se potencia por medio de la exposición de los niños a diversas experiencias que involucren la interacción con su entorno y con los otros; moviéndose libremente, tocando, explorando, observando y descubriendo el mundo que lo rodea. Ahora volviendo al planteamiento de qué ocurre cuando los niños se encuentran “jugando” con una pantalla, sentado, inmóvil, en donde, su atención se fija únicamente en el dispositivo electrónico; diversos estudios realizados en niños pequeños y en edad preescolar, muestran asociaciones en el retraso de la adquisición de las diversas habilidades mencionadas previamente y el tiempo excesivo de exposición frente a dispositivos digitales.

Sin duda alguna no podemos negar los múltiples beneficios que ha traído la llegada de los dispositivos tecnológicos y el internet, al mundo, en donde, las brechas comunicacionales y de acceso a información son cada vez menores gracias a la era moderna, en donde, podemos tener toda la información que deseamos en nuestras manos como adultos, pero al exponer a los niños a toda esta ventana de dispositivos  e información se corren diversos riesgos que pueden ser altamente nocivos y negativos para el desarrollo, entre los cuales se ven retrasos en el desarrollo causado por el sedentarismo generado por los amplios periodos tras la pantalla y sin tener actividad física y exposición a estímulos de su entorno. Entre los otros riesgos que corren los niños son las dificultades para interactuar socialmente con sus pares o con otras personas en general, ya que se ve afectado el desarrollo de las habilidades sociales en niños y adolescentes que tienen pocas experiencias o espacios para socializar con los otros, en donde prevalece, la comunicación y “contacto” por medio de los celulares y no en persona, siendo totalmente distinta la interacción y observándose dificultades en los entornos físicos.

Como consecuencia del sedentarismo producido por la exposición a pantallas, se encuentra el incremento en los porcentajes de índice de masa corporal, producido por la inactividad en los menores.

Diversos estudios demuestran como consecuencia que, en los niños, adolescentes y adultos, la dificultad para adquirir el sueño, así como la presencia de insomnio, pesadillas, somniloquia. También se observa mayor irritabilidad y baja tolerancia a la frustración en niños que se mantienen mayor tiempo expuestos a las pantalla.

Recordemos que como adultos somos los únicos que podemos dar y permitir el uso de pantallas en los niños. Es importante que reflexionemos sobre si nuestros pequeños se encuentran expuesto a dispositivos tecnológicos, cuánto tiempo duran expuestos, cómo es la conducta del niño cuando retiras el dispositivo, cuánto tiempo juega tu pequeño con sus juguetes convencionales, o al aire libre con otros niños. Permítanos a nuestros pequeños explorar su ambiente, jugar con sus juguetes, jugar con cajas u otros objetos que permitan desarrollar su creatividad.

Wendymar Marín – Terapeuta Ocupacional Jardín Infantil Vovó Beba.